El Arte de Capturar el Atletismo: Crónica Visual del XVII Mitin Internacional Santa Cruz de Tenerife
Por: Pablo García 120 Objetivos
Santa Cruz de Tenerife, abril 2025
La fotografía deportiva exige una sensibilidad especial: la capacidad de congelar el instante en que la fuerza, la técnica y la emoción alcanzan su máxima expresión. Equipado con mi cámara y un objetivo de 120mm, tuve el privilegio de documentar el XVII Mitin Internacional Santa Cruz de Tenerife – Festival Julián Martínez Alonso, un evento que no solo celebra la excelencia atlética, sino también el espíritu de superación humana.
Un escenario de velocidad y técnica
Desde las primeras pruebas, comprendí que el Centro Insular de atletismo de Tenerife se convertiría en un teatro de gestos fugaces y momentos irrepetibles. Mi 75-300mm me permitió mantener la distancia justa para no interferir en el desarrollo de las competiciones, mientras capturaba con precisión las miradas concentradas, los músculos en tensión y la explosión de energía de cada salida de tacos o lanzamiento de disco.
La elección del teleobjetivo fue fundamental: ofrecía un ángulo estrecho ideal para aislar a los atletas de los fondos concurridos y, a la vez, transmitía la atmósfera vibrante que envolvía la pista.
La poesía de los obstáculos
Uno de los momentos más visualmente impactantes fue la prueba de 2.000 metros obstáculos. Desde mi posición lateral, pude captar la cadencia de los corredores saltando vallas y zambulléndose en la ría. Cada gota de agua suspendida en el aire bajo la luz del atardecer añadía dramatismo a las imágenes, una belleza que solo la fotografía deportiva puede inmortalizar.
Aquí, el 75-300mm demostró nuevamente su eficacia: capturó expresiones de esfuerzo y determinación que el ojo humano apenas alcanza a percibir en la velocidad del directo.
El lanzamiento: fuerza en movimiento
Particularmente emotivo fue documentar las pruebas de lanzamiento, especialmente la de martillo pesado y jabalina. Cada lanzamiento es un ballet de potencia y equilibrio que, visto a través de un objetivo de focal media-larga, revela la tensión del instante previo al impulso, el giro del cuerpo, la liberación del objeto, y finalmente, la trayectoria suspendida en el aire.
En especial, la jabalina, protagonista simbólica del evento, ofreció escenas de una belleza escultórica, donde la conexión entre el atleta y su instrumento parecía casi ritual.
Más allá de la competición: el legado
Fotografiar el Mitin también significó capturar los gestos de compañerismo, los abrazos tras la meta, los rostros de satisfacción o frustración. Como fotógrafo, mi objetivo no era únicamente retratar la competición, sino narrar una historia humana de esfuerzo colectivo, pasión y memoria.
El homenaje a Julián Martínez Alonso, alma de este festival atlético, también impregnó cada imagen: en las pancartas, en las menciones de los altavoces, en los aplausos de los asistentes.
Reflexión final
Cada disparo de mi cámara en este XVII Mitin Internacional fue una búsqueda: la de encontrar en medio de la velocidad y la fuerza un instante de verdad pura. Con mi 75-300mm como extensión de la mirada, intenté capturar no solo a los atletas en acción, sino el alma misma de un evento que reafirma el poder del deporte como lenguaje universal.
Más allá de los resultados deportivos, lo que permanece es la emoción detenida en una imagen: la memoria viva de Santa Cruz de Tenerife en un sábado de abril que ya es parte de su historia.